Tras muchos, muchos días sin postear nada en el blog hoy escribo una crónica de mi experiencia en esta prueba que para mi la recuerdo como maldita.
Marcada en mi calendario como la prueba más importante para este año no ha sido más que una mal recuerdo que quedará en mi cabeza.Tantas horas dedicadas, tantos fines de semana tirado por la carretera sumando kms, tantos entrenamientos a deshoras para no robarle mucho tiempo a la vida familiar, tantos madrugones, tantas tantas cosas....que mejor no parase a pensar y pasar página.
Partimos el jueves para Sanlúcar hacemos un viaje largo pero ameno, llegamos y empezamos a descargar maletas y material, al montar la bici noto algo extraño en el cambio pero no le doy mayor importancia, más tarde la probaré para ver que tal, callejeo probando el cambio y al meter plato noto que le cuesta y no me fío, hay una carpa donde revisan las bicis y la dejo mientras preparo el otro material, al recogerla me dicen que ya está, que han tocado desviador y tensión del cable, la pruebo y todo parece estar ok.
Tras dejar todo el material me voy al briefin y destacan que hay un tramo de carretera que está en muy mal estado que han intentado dirigir la carrera por otra zona pero tienen que pasar por ese tramo por coj...los nervios invaden mi cuerpo pero mi mujer me da ánimos y me tranquiliza (tengo que agradecerle todo su apoyo y el aguantarme los días previos ya que estaba bastante tenso)
Llega el gran día, ambientazo y caras tensas pero con ilusión de conseguir el reto, me coloco en la parte media-trasera para evitar el mogollón de la salida veo a mi familia que me vuelven a dar ánimos.
8 am y dan la salida neutralizada, vamos tranquilos callejeando y empiezo a colarme por el pelotón para acercarme a la cabeza y no quedarme muy cortado, estoy en las primeras filas y se acabó la tranquilidad, salimos de Sanlúcar con media de 47km/h y pensando en todo lo que queda vamos formando un segundo grupo entre los que nos hemos descolgado y rodamos a 36 que es más llevadero,empiezan a escucharse voces de que empieza el tramo malo y la verdad, era un camino para cabras, muy muy malo, empiezan los pinchazos y empiezo a decirme "tu no vas a pinchar" pero de repente me salta la cadena consigo que vuelva a su sitio cambiando pero al dar unas pedaladas se vuelve a salir y ya no consigo que vuelva,me paro y manualmente la coloco y me subo,ya he perdido el grupo y tendré que apretar los dientes, a los pocos metros se sale otra vez y las bielas están totalmente bloquedas, no puedo pedalear, me paro otra vez, compruebo el cambio y encuentro el problema, la cadena está rota y ha bloqueado el cambio.Estoy de grasa hasta los ojos y para el coche de la organización preguntándome si puedo seguir, le comento que si me puede ayudar y me dice que no puedo recibir ayuda externa y entonces es cuando se me cae el mundo encima, me apoyo en la bici y las lágrimas caen por si solas (tanto tiempo invertido para este reto...) recogen la bici del suelo(tirada por mi mismo debido a la impotencia) y la montan en el coche, intentan animarme pero estoy pasando por un momento bastante jodido y no hay palabras ni gestos que me consuelen.
Ya en el coche empiezo a pensar en la familia que me estaban esperando en Arcos de la Frontera y en el momento que tantas veces había soñado que era pasar bajo la meta con mi hijo en brazos y conseguir acabar este desafío, cabizbajo pasan las horas y los kms y empezamos a recoger a más gente y ahora soy yo el que trata de animarlos pero hay poco que hacer en esos momentos.
Tras casi 7h llegamos a Sanlúcar y veo venir corriendo a mi familia bastante preocupados ya que pensaban que me había pasado algo y la organización no les facilitó información ninguna de mi paradero (extrañado porque nada más montarme en el coche me pidieron nº de dorsal y debían de tener un listado de abandonos) al verlos se me saltan las lágrimas otra vez (no me da vergüenza decirlo) e intento tranquilizarlos, lo han pasado bastante mal. Recojo la bici y la dejo en mi box para recogerla más tarde y me dirigo a coger el resto de material.Cruzamos en la barcaza para ver el sector de nado y algo de running, esperamos los 4x4 para ir a la meta pero llevaban un retraso increible y decidimos volver a cruzar el río, la verdad, no tenía ganas de pasar más envidia de los que seguían participando.
Es una prueba muy bonita por el privilegio de correr por Doñana y un reto de superación personal pero la organización tiene mucho que mejorar, ya escribiré algo sobre esto.
Solamente me queda dar gracias de nuevo a mi familia que se desplazó para apoyarme y sobretodo a ti Patri, que eres la que más me ha aguantado todo estos días y mi principal apoyo.
Desafío Doñana tengo una cuenta pendiente contigo.....VOLVERÉ!!